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Boletín Informativo Num. 14 - EL COLOQUIO DE LOS CENTAUROS.

  • Asoc. Francisca Sánchez
  • 5 feb 2022
  • 16 Min. de lectura

“El coloquio de los centauros”. Dedicamos nuestro humilde trabajo al Profesor

Don Héctor Darío Pastora Zúniga, el más grande Dariano de todos los tiempos.



Es el poema metafísico posiblemente más importante de la lengua castellana.

Sus personajes son tomados de la Metamorfosis de Ovidio y expresan la dualidad alma – cuerpo por medio de su naturaleza. Plantean un panorama entre la realidad del mundo humano y el animal. Ubica al hombre en la cúspide de la creación y al caballo en la parte inferior de la realidad imaginada. El poema pretende encarnar lo divino y lo humano mediante una organización en la que el centauro Quirón es la voz de la sabiduría. Otorgando al resto de centauros menos valores, realizando así una escala de ideales y sensualidad:


Se presenta una nueva definición del esoterismo, una actitud mental. La familiaridad con un conjunto de formas espirituales reconocibles para lograr una interrelación con la unidad. Se nos plantea una correspondencia entre lo visible y lo invisible Se aprecia un mundo material y espiritual. Los planetas son parte del cuerpo poético y el cosmos se revela como un texto. Leyes físicas actúan sobre la naturaleza y hay un fuerte predominio de esoterismo que le da alma y vivencia en todas sus partes. El simbolismo encarna un mundo imaginado donde los arquetipos y la materia adquieren su máximo ideal. El poema presenta un mundo de la imaginación propio de visionario, propenso a la fantasía. La inventiva se articula con el mundo visible guiada por la voluntad. Lo imaginado se refiere a las verdades ideales y espirituales que son comprensibles en los símbolos, para hacer posible la comprensión entre el mundo de arriba y el de abajo. Surgen de la imaginación rituales, símbolos, ángeles y espíritus para llegar al conocimiento esotérico interior. Se realiza el paso de un ser a otro, de lo profano a una hermenéutica más elevada y sagrada. Hay un pensamiento filosófico perenne guiado hacia una unidad trascendental religiosa que culmina en la gracia divina.

El ámbito hermenéutico nos revela la música de las ideas, una belleza supeditada a un plano metafísico. Comienza el poema con un paisaje mítico, del cual, surgen otras visiones esotéricas.


En la isla que detiene su esquife el argonauta hay un símbolo mítico, el cual, es muy común en muchas culturas y en todas tiene el mismo significado. Esta simbología es eterna en el tiempo y siempre va unida al esoterismo. La isla rodeada por el vasto océano es un núcleo de paz. Es el reino del espíritu ajeno a las complicaciones de la vida. Aspira a representar la sacralidad de un santuario, cual un Nirvana oriental. Representa el punto exacto del cosmos donde se realiza la iniciación a los misterios para alcanzar la paz de la conciencia que fortalezca la voluntad. La isla tiene símbolos espirituales enmarcados en el esoterismo eterno. El oro encarna lo material, lo cual, es una atribución helénica que nos sugiere al gran Apolo, a la riqueza, a la fecundidad y al amor. El oro es una encarnación material y una pura atribución helénica. El simbolismo isla significa destino que atribuye a Jasón el vellocino de oro. En la primera estrofa el poeta nos introduce en un escenario helénico. El personaje narrador nos habla del argonauta del inmortal ensueño para elevarnos a un plan metafísico que nos aleja del plano real. Nos introduce en una dimensión imaginable entre lo visible y lo inteligible. Nos transmite sensaciones de cuerpo espiritual capaz de escuchar la eterna pauta de las liras que cantan la eternidad. Introduce lo inmortal. Este ensueño va más allá de lo cognitivo de la realidad. Es una figuración para ser vista por el ojo del alma porque su trascendencia rebasa la objetividad.


Claramente, percibimos las melodías de las eternas liras y el caracol sonoro de Tritón, anunciando a las blancas sirenas y a los seres mitológicos cuyo tropel vibrante de fuerza nos dará la armonía mítica del poema que se va a desarrollar en un escenario mitológico, recargado de espiritual esoterismo. Tritón y las sirenas son criaturas del mar que poseen riqueza simbólica de misterio. La visión conque el poeta inicia el poema nos acerca a un mundo indudablemente Pitagórico en el que se escucha música del cosmos. Es determinante el sonido que ondula en la luz como un elemento capaz de sobreponerse al mundo imaginario al que nos lleva el poeta, el cual, está habitado por sirenas, sol y caracol, al cual, suma los centauros para completar el ambiente helénico luminoso y sonoro. Rubén inicia su poema con la imaginación mítica de la música de las ideas “de las eternas pautas de las eternas liras”. La isla de oro presenta un paisaje mítico, en donde, se plantean diferentes temas de la óptica esotérica. Isla es un símbolo mítico tradicional en muchas culturas que están muy ligadas al esoterismo y en donde constituyen un núcleo espiritual. La isla en medio de un gran océano es el sitio idóneo donde prevalece la paz que hace posible entrar al reino espiritual. Es completamente ajeno al mundo profano. El símbolo de la isla une conciencia y voluntad. Realiza unificación con el cosmos. En la antigüedad el concepto “isla” mitológicamente estaba ligado con el orfismo y el neopitagorismo, en que planteaba simbología esotérica al oro como atributo del sol; otorgándole divinidad representada por Apolo. Le daban conceptualizaciones de fecundidad, calor, amor y renovación espiritual. La isla del destino del argonauta del inmortal ensueño y del caracol sonoro, de las sirenas y de los centauros evocará a Jasón y al vellocino de oro, simbolizando el vellocino la creatividad espiritual. La Isla es el retorno del alma al Uno. Inmortal ensueño significando el regreso de una ruta metafísica que viene del más allá de la realidad. De un ensueño imaginativo que trasciende lo visible. El viaje implica un sentimiento de retorno a la patria que tan ardorosamente llevaba en su alma Rubén. Vibraba su Uno cósmico por el retorno a su tierra y escuchar las eternas liras que solamente escuchan los iniciados. Solamente el ensueño de ellos se sobrepone a la realidad y pueden entrar al mundo mágico de la fantasía. A partir de esta primera estrofa entramos a una metafísica imaginada donde la realidad espiritual tiene tintes esotéricos. El alma viaja al cosmos para volver a su origen. Hay una simbología de seres de mar y tierra, mientras los movimientos del mar representarán el ritmo del universo explicando la ley celeste. De la isla armonizada por el caracol, los centauros en tropel nos llevan por la llanura a la montaña que siente. El poema acentúa la musicalidad al decirnos “forman son de torrentes” y continúa insistiendo en el ámbito helénico al mencionarnos el símbolo de los triunfadores, el laurel. El poema entra en la descripción de los centauros, los cuales, son rudos, jóvenes, viejos y entre sus varias cualidades destaca el poeta lo sensual a decir: “lomos aptos para portar las ninfas rosadas en los raptos”. Quirón es la voz de la sabiduría y los otros son representaciones de ideales o de pasiones carnales. Resumen lo ideal, espiritual y material carnal. Todos van frente al gran océano que representa el principio, lo absoluto. El mar de Dios donde se inició la vida. Misterio donde surgen las voces explicando todo lo existente en el universo tanto imaginado como real. Quirón es el maestro de la humanidad. Está entre lo inteligible y lo temporal. Expresa las tradiciones humanas con sabiduría intemporal y existencial. Sus conocimientos abarcan varios niveles y posee el don de la profecía:


“He aquí que renacen los lauros milenarios”;

vuelven a dar su luz los viejos lampadarios.



Quirón simboliza el principio y es temporal:


“La ciencia es flor del tiempo mi padre fue Saturno”.


Tiene un linaje mítico helénico. Hijo de Cronos y de la ninfa Filira y es la fuente de la verdad que busca la triste raza humana. El concepto ciencia se refiere a la idea tiempo que se hunde en el saber superior. El saber y el ser se relacionan con la luz divina. El sujeto y el objeto es la separación del hombre y la naturaleza. Es un drama metafísico que posesiona a la ciencia de lo eterno y podemos dar explicación a la expresión del verso: “Flor del tiempo”.


El centauro Reto, arquero luminoso que llega desde el zodíaco (banda de las esferas celestes) inmediatamente nos introduce al deslumbrante mundo helénico. Llega portando en sus crines las abejas griegas. Las cuales, eran consideradas animales divinos escapados voluntariamente del Edén. Les otorgaban el símbolo de alma que descendía a las tinieblas y estaba íntimamente con la miel, considerada bebida sagrada. Llega mostrando la roja herida del dardo de Herakles “por do no pudo salir la esencia de tu vida”. Para Darío es: “Padre y maestro excelso”. ¡” Eres la fuente sana de la verdad que busca la triste raza humana! Herakles fue el más grande de héroes míticos griegos y un semidios. Hijo de Zeus y de Alcmena y bisnieto de Perseo.

Perseo es un semidios como Herakles. Hijo de Zeus y de la mortal Dánae. Su mujer Andrómeda, hija de los reyes míticos de Etiopía, Cefeo y Casiopea. Su madre orgullosa de su belleza declaró que era la más hermosa de las nereidas, lo cual, provocó la furia de las hijas del mar que se quejaron a Poseidón. Su castigo fue ser encadenada en un acantilado para que la devorara un monstruo. Perseo al verla se enamoró de ella. Dando origen al mito de la muerte a la bestia Cetus con su espada de diamante. Existe en la mitología otra versión afirmando que utilizó la cabeza de la medusa para convertir en piedra al monstruo y librar a su amada Danae. Perseo creció al lado de su madre, pero al enamorarse de ella el rey Polidecto de la isla Serifos e hijo de Magne y de una nereide y hermano de Dicta, quiso separar a su hijo, pero éste mostrándole la cabeza de la medusa lo convirtió en piedra. Surge en esta estrofa, Esculapio, hijo natural de la virgen Coronis nacido violentamente en el siglo XIII antes de Cristo. Como revivía a los muertos, Zeus lo mató con un rayo para que no se despoblara el más allá. Fue llevado a los cielos y convertido en deidad.


Esculapio sigue la vena de la ciencia del arquero luminoso. El veloz Aquiles se alimenta del manjar salvaje que ofreció el mismo caballo paternal del que nos habla el centauro Reto. Cierra la interesante estrofa helénica volviendo a Herakles que descuida su masa en la armonía de los astros. Lo armónico musical es una constante inquietud del poeta. En la primera estrofa establece un silencio, callando las bocinas de los tritones, los labios de las sirenas. Desinflado los carrillos del Dios Eolo al que Zeus le dio el poder de aplacar o provocar las tempestades. Era el Dios de los vientos, vivía en una isla móvil cerca de las costas de Eolia. Su esposa era Deyopea. Insiste en la figura de la isla donde se dan las pautas de las eternas liras donde Tritón romperá el silencio con su caracol sonoro que anunciará el inicio del diálogo del centauro de sangre inmortal con sus afines para dilucidar temas de profundidad filosófica, teosófica y mítica. Recurre el poeta a la isla mítica para llevarnos a planteamientos esotéricos de diversas culturas. Seguidamente, interviene Quirón el centauro maestro expresando una profunda reflexión: “La ciencia es flor del tiempo mi padre fue Saturno”. Insiste en el concepto paternidad el centauro inmortal de sangre celeste. Quirón nos remite a la paternidad de Saturno, de su hija mitológica Juno, diosa del matrimonio y reina de los dioses, la cual, era hija de Saturno y hermana y esposa de Júpiter con el que tuvo dos hijos Marte y Vulcano. La flor del tiempo que expresa Quirón invita a reflexionar sobre el titán divino hijo de Gea (tierra) y Urano (cielo). El titán que destronó a su padre y casó con su hermana Rea. Sabiendo que sería destronado por uno de sus hijos, decidió devorarlos a todos al nacer. El sabio maestro Quirón con su sentencia, concluye la tesis de fuerza representada en Marte y Vulcano.


El centauro Abante realiza una loa a la naturaleza con carácter teológico y acento mecanicista. Nos dice que la tierra posee alma:


“Himnos a la sagrada naturaleza; al vientre

de la tierra y al germen que entre las rocas y entre

las carnes de los árboles, y dentro de humana forma,

es un mismo secreto y es una misma norma”.


Interesante es la intervención del centauro Abante, desde el punto de vista mecanicista que ya hemos mencionado. El enfoque filosófico de esta doctrina otorga a la naturaleza una estructura comparable a la máquina, lo cual, es una concepción reduccionista al afirmar que la realidad debe entenderse según los modelos que nos dé la mecánica y que debemos interpretar con nociones de materia y movimiento; dándonos como ejemplo el reloj que reúne los elementos de espacio y tiempo. El mecanicismo está regido por la física clásica y su problema es que pone entredicho la libertad del ser. La máquina no puede ser humana ni el humano puede ser máquina. El centauro Abante no menciona al género animal porque la teoría mecanicista los considera separados de la humanidad.


En la siguiente estrofa el sabio centauro Quirón reafirma la naturaleza a la que otorga un ser con vitalidad, el cual, es favorito. Quirón es el primer centauro. Hijo de Cronos que se transformó en caballo para que su esposa Titánide Rea no descubriera su infidelidad. En la mitología griega el origen de los centauros lo explican de la siguiente manera: Una nube del cielo con forma de Hera, esposa y hermana de Zeus puesta al alcance de Ixión. Éste se unió a ella, dando origen al primer centauro, los cuales, son hábiles con las lanzas y el arco. Representa el caos y la barbarie y viven en un equilibrio con la naturaleza. Si cortan un árbol siembran otro. Seguidamente, interviene el centauro Folo, amigo de Heracles que murió alcanzado por una flecha perdida, disparada por Heracles cuando cazaba al jabalí de Erimato. Enorme bestia que se alimentaba de hombres y era de tal fuerza, capaz de arrancar con sus colmillos un árbol. Heracles lo cazó. Rubén llama a Folo biforme ixionida. Centauro con cuerpo de caballo, torso y cabeza de hombre. Abante ignora a los animales en su intervención, más Folo une la naturaleza humana con la bestia. Describe sus cualidades: “La lumbre que fulgura la luz”. Nos recuerda el mito de Era concebida por Ixión. Nos representa la imagen del centauro “trotando el pavimento en donde rige su carro la aurora y el iris de siete rayos cual la lira de siete cuerdas”. La lira más antigua griega tenía tres. Evolucionó hasta llegar a doce. Siendo por mucho tiempo la de siete cuerdas la más usada. Folo con su mirada acaricia las curvas de las ninfas del séquito de Diana. Aquí el poeta nos hace una observación interesante al decirnos que en Folo corre sangre humana, savia divina y de bestia salvaje. Si es una criatura biforme tiene sangre humana y de bestia. ¿Se refiere el poeta al señalar la savia divina a la inmortalidad? Nos está evocando el mito de la diosa Era que da inmortalidad a los centauros o nos está retrayendo al discurso anterior de Reto que nos menciona a Esculapio y al semidios Aquiles. En cuanto al galeno al curar las enfermedades se aproxima a una vivencia eterna y en cuanto Aquiles el de los pies ligeros que “sustenta su existencia con el manjar salvaje que le ofreciste un día”, manjar que es inmortalidad que solo pierde por su tendón vulnerable. Rubén aviva esta idea con el mito de Tetis que siendo deseada por Poseidón y Zeus tienen que renunciar a ella debido a una profecía de Temis vaticinando que el hijo de Tetis sería más grande que su padre y como los pretendientes eran dioses inmortales no podía ser más grande que sus progenitores. Poseidón y Zeus acordaron la boda de Tetis con el mortal Peleo para que su hijo Aquiles, fuera más que su padre, al ser un semidios.


Quirón nos hace una imagen sugerente: “sus cuatro patas bajan; su testa erguida sube.” Las patas representan la materia que contacta con la bestia y la testa erguida significa el pensamiento del hombre elevado al raciocinio.


Orneo interviene con una estrofa dual de la bestia buena y mala. De odio, amor, pena y gozo que concluye “el cuervo es malo y la torcaz es buena” Aquí Darío expresa su dualismo personal presente en toda su obra. Llena de principios contrarios en conflictos. El mal en la mitología griega fue considerado por sus dioses. Recordemos el mito de la rueda alada y ardiente que Zeus dispuso que fuera castigado Ixión por pretender a Era. Quirón responde: “es un enigma”, entrando así el poeta a un misterio difícil de comprender y la mitología griega recurre muchas veces a ellos, como el de la Esfinge y el de Edipo.


El Centauro Astilo define el concepto enigma como “el soplo que hace cantar la lira”. Los griegos entraban en el misterio del soplo que hace cantar a la lira desde Aristoxeno de Tarento. Filósofo griego perteneciente a la escuela peripatética que escribe su tratado de música, el cual, aún se conserva e influirá cuando la cultura griega es asimilada por la romana para prevalecer en el pensamiento de los grandes filósofos. El enigma del sonido con anterioridad lo concebían en la música de los astros.


Continúa el coloquio, el centauro Neso definiendo al enigma como el rostro fatal de Deyanira que fue la tercera esposa de Heracles. Es conocida por su participación en la historia mítica de la túnica de Neso, el cual, era un centauro salvaje que intentó violarla al cruzar un río. Heracles al ver el intento disparó una flecha al pecho de Neso que herido de muerte, engaña a Deyanira diciendo que la sangre de su corazón aseguraría que Heracles la amara siempre. Ella untó la sangre en la túnica de su esposo. Heracles mandó por la túnica a su siervo Licas. Al ponérsela empezó a morir lentamente quemado por el veneno de la túnica. Deyanira se da cuenta del engaño y se suicida. Esta escena de la mitología griega amplía el tema sexual que anteriormente se había expuesto cuando Ixión es castigado por Zeus al pretender a su esposa Hera. Darío ha hecho uso del mito para enfocar el tema del bien y del mal. Ahora lo hace para plantear la idea de la sexualidad. Con un verso cinestésico nos dice: “Mi espalda aún guarda el dulce perfume de la bella” y más adelante lo continúa con el verso:

“¡Oh aroma de su sexo!, ¡Oh rosa y alabastros! “


El poeta logra exponer lo sexual con delicadeza exquisita sin caer en una ordinariez prosaica, a pesar de estar exponiendo un tema altamente erótico. El coloquio continúa. Quirón afirmando:

“Cuando el sacro abuelo la sangre luminosa”


con la marina espuma formara nieve y rosa. Se refiere al abuelo de Heracles que con su sangre forma a Anadiomena, hecha de nieve y rosa. Es la misma Venus que surge del mar y es el símbolo de la belleza. Destaca en esta estrofa las caderas redondas como un complemento de lo sensual que viene desarrollando el poeta en el coloquio. Concluye con una serie de atribuciones positivas de belleza.


El centauro Eureto responde a todas esas alabanzas: “No olvidaré los ojos radiantes de ¡Hipodamia”! Esta era una de las mujeres más bella de su tiempo. Su padre fue Adastro rey de Argos la ciudad próspera participante en los principales eventos de la historia de Grecia. En ella vivieron importantes personajes mitológicos. Hipodamia es esposa de Piritoo rey de los lapitas que el día de su boda ofrece un grandioso banquete en el que se incluye a los centauros.


El centauro Hipea a continuación expresa una consideración negativa de la mujer. Presenta a Venus atribuyéndole infamia, ponzoña hasta decir que sus pechos son lirios de Aqueronte el del inframundo. Afirma que tiene un olor que llena la barca de Caronte. Todo un discurso misógino aspirando a reafirmar la condición negativa de la hembra humana opuestas a las positivas.


El Centauro Odite contrariamente hace alabanzas:

“Como una miel celeste hay en su lengua fina”.

“yo he visto de hipodamia la faz encantadora”.



El centauro Hipea continúa acusándola de la muerte del Ixionida, afirmando que la hembra humana es hermana del dolor y de la muerte. Posiblemente, el subconsciente del poeta esté expresando el sufrimiento por el acoso de su segunda esposa de la que nunca pudo separarse.


Quirón afirma que “Por suma ley llegará el himeneo que el soñador aguarda.” Este es el Dios de las ceremonias del matrimonio al que llamaban Himen. Expresa: Cinis será Ceneo para afirmar la unión. Culminando su opinión sobre el juicio de la mujer apelando al origen femenino del arcano y al secreto de la esfinge que dirá a su soberano. La esfinge representa destrucción. Expone Quirón sabiamente el criterio de la mujer entre el bien y el mal. Cinis era el gigante de fuerza extraordinaria apodado el “doblador de pinos” por sus fuerzas. Ceneo era lapita nacido mujer, llamado Cene o Céneo. Hija de Eleato. Joven raptada y posteriormente violada.


El centauro Clito vuelve a lo expresado por Abante, en cuanto a que la naturaleza: “tiende sus brazos y sus pechos a los humanos”. Concede a Homero en su cueva de Deifobe la lengua del oráculo. La cueva Deifobe situada en el monte Ida en la isla de Creta donde Titánide Rea esconde a Zeus para que no lo devore su padre Crono. Tomemos en cuenta la isla que menciona el poeta, la cual, nos recuerda la isla de oro del inicio del poema. Recordemos los escritos de Homero hablando de la cueva de Zeus.

El centauro Caumante vuelve a la bestia que ansía el corazón del orbe. Nos habla del sátiro, lujuria y furia sexual de la bestia, poniendo al dios Pan sexual tras las Sirenusas, (sirenas), las cuales, tienen cuerpo de ave y cabeza de mujer. Atrae a los marinos para conducirlos a un mal destino con la ayuda de Pasifae la luna que brilla para todos. Hija de Helio y de la ninfa Creta, cerrando la estrofa con el verso: “El monstruo siendo el símbolo se viste de belleza”.


El centauro Grineo expresa: “Yo amo lo inanimado que amó el divino Hesíodo.” Poeta griego que escribió la teogonía del origen de los Dioses. La expresión se eleva sobre la bestialidad del centauro. Interviene por primera vez con una expresión de sabiduría alabando cosas sublimes como el alma del topacio, el azul del espacio, el granito labrado y el mármol en que duermen las líneas y las palabras. El centauro Decaulión hace juicio digno de Heracles que tenía: “cabeza de hombre para hacer posible esas sabias reflexiones”.


Quirón el sabio añade:


A Decaulión y a Pirra, varones y mujeres, las piedras aún intactas, dijeron: “¿Qué nos quieres?”. Decaulión en la mitología griega es el Noé bíblico que puebla la tierra después de un diluvio con su mujer.


El centauro Luícidas hace su intervención en el coloquio para enfocar un tema importante del poema como es la muerte. Empieza diciendo: “Yo he visto a los lémures flotar”. Estos son espíritus malvados de la muerte. Son almas que vagan por las noches sembrando el terror. En la mitología griega y romana se les dió mucha importancia. Tenían un culto llamado Lemuralía, en el cual, se le ofrecía judías negras para aplacarlos. Menciona el loco grito de Atis el amante de Cibeles, la Diosa de la vida y la resurrección. Su mito se resume en lo siguiente:


“Zeus en un sueño húmedo derrama semen en la roca Agdo. Nace Agdistis un ser libidinoso. Zeus lo castiga castrándolo. De la sangre nace Ana come una almendra y queda en cinta. Abandona al bebé que lo cuida un macho cabrío. Crece y es un pastor muy bello que Cibeles se enamora de él. Su nombre será Atis. Cuando éste quiere casarse aparece Cibeles induciendo a los varones a cortarse los genitales. Atis lo hace bajo un pino y muere. La novia se corta los pechos y muere. Cibeles pide a Zeus que lo resucite y éste lo hace”.

Por este breve relato, comprenderemos el loco grito de Atis del poema.

Otro personaje de esta estrofa es Filomena hija del rey de Atenas Pandón. Su hermana Procue casada con el héroe Tareo de Tracia se desposó al salvar a Atenas de los bárbaros. Este la violó y cortó la lengua. A Procue dijo que su hermana había muerto.


Esta estrofa de la muerte revela el hondo y desconocido fin de la vida. “Guarda el pavor sagrado de su fatal misterio”.


El centauro Arneo reafirma el criterio fúnebre de la estrofa anterior de Licída filosofando con resignación ante la fatalidad: “La muerte es de la vida la inseparable hermana”.

Quirón profundiza filosóficamente sobre la muerte del hombre: “La muerte es la victoria de la progenie humana.” Sintetiza el privilegio de la muerte humana, la cual, no pueden alcanzar los Dioses. Darío en este pensamiento vislumbra los principios teosóficos que tanto le apetecían.


El centauro Medón se empeña en describir una imagen de la muerte bella como la idealizaban los griegos para los que morían como héroes. Acertadamente dice:

“que lleva en su diestra una copa de olvido y a sus pies un amor dormido”.

El centauro Amico expresa que los mismos dioses buscan la paz que vierte.

Quirón sintetiza el criterio de la muerte sentenciando:


“La pena de los Dioses es no poder alcanzar la muerte”.


El centauro Eureto sentencia “Si el hombre – Prometeo pudo robar la vida,

la clave de la muerte serále concedida”.


¿Podemos robar la muerte? Esto solamente era posible en el caso de los semidioses.

La última estrofa nos habla en un tono entusiasta. Apolo vuelve a inflar sus carrillos. Aparece la veste transparente y en el llano van en tropel sonoro los centauros y al paso tiembla la Isla de Oro.



Edwin Zúniga Reyes

María Isabel Flores Rubio.


Viena 25 de enero de 2022.




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