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Boletín Informativo Num. 18 - Margarita. Maria Isabel Flores Rubio

  • Asoc. Francisca Sánchez
  • 6 mar 2022
  • 8 Min. de lectura


Margarita





El Soneto elegíaco amatorio escrito por Rubén Darío y publicado en Prosas Profanas en el año 1896 es un canto sublime sobre dos tópicos importantes de la existencia del hombre. La magnificencia del amor y la crueldad dolorosa de la muerte del ser amado. Su composición la envuelve con un velo misterioso al dedicarlo expresamente “·In memoriam”. Se ha especulado sobre la persona a quien el poeta dirige su soneto. El Almanaque Peuser del año 1895 publicó por primera vez esta composición. Unos afirman que por esa época una hermosa uruguaya residente en Argentina despierta en el poeta encendidas pasiones, las cuales, comparte con ella en San Martín, un pueblo cercano a Buenos Aires. De esto, solo hay especulaciones sobre una joven poetisa seguidora ferviente de la corriente modernista que por entonces empieza a triunfar. La única objetividad que aporta esta afirmación es que existió correspondencia entre ellos. Se especula también de una mujer pobre llamada Betina que Rubén inmortaliza en sus crónicas de la Nación. Es una joven que sufre la desigualdad social y tiene que realizar tareas humildes y degradantes. Atiende en una taberna que el poeta visita no por las bebidas espirituosas sino porque su retiro voluntario en la isla Martín García para curarse de su adicción alcohólica, le brinda la oportunidad de conocer a la bella Betina, para reflexionar sobre la mujer, en la opulencia o en la miseria. Estos tópicos están presentes en el poema. Amor y muerte. Rubén empieza el soneto con el tema del amor. ¿Recuerdas que querías ser una margarita Gautier? La voz poética en segunda persona vuelve a los instantes felices de amor vividos en la primera cita de la noche alegre que no volverá. ¿Por qué no volverá? Nos está planteando desde el inicio los dos tópicos que se van a desarrollar vida y muerte. Pasa de la eufórica primera noche a la muerte metafórica representada por Margarita Gautier realizando un encabalgamiento al dejar un suspenso entre dos versos. ¿Recuerdas que querías ser una Margarita /Gautier? Nos introduce en una reflexión filosófica destacada en toda la obra dariana. La muerte como una trascendencia que nos afirma en la vida. Como un horizonte que permite valorización de lo vivido cuando se ha alcanzado la existencia irrepetible.

Simboliza la magnificencia burguesa de las “Damas de la Camelias” de Alexandre Dumas en la que la protagonista goza de las prebendas cortesanas de lujo, pasiones y es un símbolo de los placeres carnales. Sin embargo, la margarita lleva en sí, el otro tópico del poema, la muerte. Simbolizado en las “deshojadas margaritas”.

El poema se inicia con una pregunta retórica. La voz poética realiza una pregunta que no se responde: ¿Recuerdas que querías ser una margarita/Gautier? Aquí vemos un claro encabalgamiento al dejar un suspenso entre dos versos. Una pausa que no coincide con el final de la idea. Seguidamente escribe un hipérbaton: “Fijo en mi mente tu extraño rostro está”.


Continua el poema con los fantásticos alejandrinos serventesios, rimados el primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto. Con ellos expone la maravillosa noche de la primera cita.

“tus labios escarlatas de púrpura maldita

sorbían el champaña del fino baccarat”.


Labios y púrpura constituyen una metáfora que relaciona dos ideas con sutileza analógica.

Este vino, por su calidad gozaba de mucha preferencia en esa época entre los consumidores de vino en los salones de lujo de Uruguay y Buenos Aires. Probablemente donde se realiza la primera cita. El color escarlata de los labios de la dama transmite excitación, pasión, deseo, amor, pero incluso puede ser representativo de peligro, lo cual, manifiesta la dualidad dariana de vida y muerte presente en gran parte de su obra. Aquí plantea la idea grandiosa del amor y la tétrica de la muerte. Al referirse al color púrpura que transmite delicadeza, espiritualidad, lujo, magia, Darío se refiere a unos labios excitantes y delicados que sugieren el deseo erótico, que él, califica de maldito llamándolo libidinoso en el momento que la nobleza del amor impera; despertando los deseos más sublimes.

La figura de los dedos que deshojaban la blanca margarita nos lleva a la reafirmación del tema relacionado con la obra de Dumas; en que el boato cortesano terminó en la muerte. Si…no… si… no… expresa la duda de Margarita y la certeza que declara el poeta al afirmar ¡y sabías que te adoraba ya.!. Es una visión interior del poema que implica la duda de ella y la certeza de él, asumiendo tener conciencia de la verdad.

Continua la voz poética realizando un apóstrofe:

¡oh flor de histeria llorabas y reías! La expresión histeria proviene del griego y significa matriz. Darío la usa para referirse a mujer con un vocabulario refinado. El llorar tiene el significado del carácter emotivo de la mujer y el reír es una síntesis de dos naturalezas distintas que surgen de la duda de Margarita si es querida o no. Algunos filósofos atribuyen a las personas inteligentes la risa y de ahí algunos han deducido la hipótesis de que la musa del soneto sea una poetisa que se relacionó con el poeta. Margarita sonreía manifestando felicidad causada por la conversación inteligente entre dos poetas. El apóstrofe de Rubén consiste en dirigirse a la amada con emoción vehemente. Es una actitud apasionada demostrando el interés que tiene por Margarita.

Hace uso del hipérbaton en varias partes del poema, las cuales, nos recuerdan figuras usadas por Góngora en su poesía culterana.


Darío en la primera estrofa dice: “Fijo en mi mente tu extraño rostro está”.

En la segunda estrofa expresa: “tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo”.

Y en el último verso del poema: “como una margarita de amor te deshojó!”


El ritmo que utiliza está basado en la fluidez. En su representación verbal hace una dramatización asegurando confianza de que sus risas y fragancias son de él. Escribe una anáfora dando ritmo emotivo al repetir elementos en los versos:


“tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías”


Además de la anáfora que da al poema un ritmo característico emotivo repitiendo elementos. Observamos que hay hipérbaton en estos dos versos:


“tus besos y tus lágrimas en mi boca tuve yo;”

Tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías”.


El hipérbaton es una figura retórica que altera el orden sintáctico habitualmente usado en la oración con fines métricos o de énfasis. Distribuye sílabas para que tengan coincidencia con la sonoridad del verso siguiente o con la rima para obtener armonía que genere belleza. Seguidamente el poeta usa sinestesia:


“Y en una tarde triste de los más dulces días”,


Hace uso de relaciones involuntarias entre estímulos y respuestas que no corresponden a dichas sensaciones. Visualizaciones abstractas de tardes y de días.

El poema termina reafirmando el tema de la muerte con un símil que compara usando dos imágenes con un elemento que relaciona: ¡como una margarita de amor te deshojó!”. El único cambio que se realiza en el terceto final es en la rima realizada, rimando el primer verso con el segundo y el tercero con el segundo del primer terceto.

Las especulaciones sobre quien es la dama que inspiró el poema son varias. Algunos dicen que está dedicado a su primera esposa Rafaela Contreras Cañas por el dolor que por mucho tiempo causó su muerte, pero esto no coincide con la relación literaria que los dos mantenían en sus primeros encuentros de letras en su juventud.

Otros críticos sostienen que el poema no es más que una autobiografía versificada de la vida del poeta, lo cual, no es muy convincente por ser muy pocas las evidencias que presentan.


Sería conveniente ubicar el poema en la época en que fue escrito. La Argentina en que vive Rubén, haciendo triunfar el modernismo y las poetisas modernistas que de una u otra forma se relacionaron. El modernismo incorpora la temática sexual. Remy Gourmont y Paul Bourget nos proporcionan una especie de catecismo erótico para los modernistas hispanoamericanos que influirán en Vargas Vila para escribir Ibis. El Bachiller de Nervo y Pasiones del venezolano José Gil Fortoul realizando una modernización finisecular.

Aquí debemos de revisar a las poetisas que se identifican con el modernismo. Delmira Agustini, poetisa incapaz de refrenar sus impulsos eróticos con Manuel Ugarte, al que considera el amor de su vida, a pesar de estar casada con Enrique Job Reyes. Delmira se incorpora al género libre de la poesía. Escribió “El rosario de Eros”.Mantuvo una estrecha relación con Darío como lo demuestran las cartas que intercambiaban. Juana de Ibarborou, que nos dice: “Que pena me da ser mujer para ser amiga de todos los caminos”. Con esto expresa el espíritu de liberación de la mujer que llega con el modernismo. Escribe sobre el amor en libertad. Su erotismo habla de su piel y de su pecho.

Alfonsina Storni expresa sus ideas feministas de un hombre dentro de un cuerpo de mujer. Y nos hace reflexionar en el tema de Margarita Gautier con el que el poeta comienza su poema. Nos lleva a pensar en la vida cortesana. También en el oficio degradante al que por diversas circunstancias caen algunas mujeres. Unas como poetisas de condición social burguesa caídas en libertinaje erótico. Otras, como Betina la mujer que despierta la lívido de Rubén y a quien se atribuye ser inspiradora del poema reafirmándose en sus criterios sensuales expresados en su poema “Alaba los ojos negros de Julia”. O en el poema Mía, en que dice:


¡Oh mía, ¡Oh mía!

tu sexo fundiste

con mi sexo fuerte

fundiendo dos bronces.

Yo, triste; tu, triste…

¿No has de ser entonces,

mía hasta la muerte?


En el poema Margarita los temas van unidos y a la vez separados. La muerte consiste en el final de la fugacidad de la vida y el amor es como una margarita que se deshoja. Está escrito desde el dolor y el recuerdo. Margarita es una metáfora del fin de la vida:

¡como a una margarita de amor, te deshojó!


La figura de la muerte hace reflexionar al lector. La voz poética hace del poema un emotivo monólogo. Reproduce en los mecanismos de su pensamiento asociaciones de ideas en el tiempo. Usa retórica convencional para generar emoción en el lector. Por esa razón, comienza su soneto elegíaco diciendo: “Recuerdas que querías ser una Margarita /Gautier”. El poema dice: “Fijo en mi mente tu extraño rostro está”. Con esta afirmación el poeta va más allá del recuerdo feliz de la primera cita. Está confesando el vacío que ha dejado alguien tan querido como Estella su primera esposa a quien llama hermana de Ligeia y por la que confiesa que su canto es a veces tan triste. Se refiere a un vacío que ha dejado alguien. ¿Piensa anticipadamente en la margarita deshojada? O en el amor de su Estella la musa del mar. El rostro extraño evoca a un ser que no se puede sustituir por otro. Al calificarlo de extraño está removiendo en su memoria añoranza. El único atisbo de presencia de otra persona en el monólogo es cuando dice “tus quejas eran mías”, las cuales, son en silencio. Una comunicación inclinada a la reflexión que sirven al poeta para mantener la emoción. Ante la respuesta que no se manifiesta, queda el suspenso Sí… no… si… no… para que intervenga la muerte celosa averiguando si la persona a la que va dirigido el diálogo lo quería.



Margarita.

¿Recuerdas que querías ser una Margarita

Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,

cuando cenamos juntos, en la primera cita

en una noche alegre que nunca volverá.


Tus labios escarlatas de púrpura maldita

sorbían el champaña del fino baccarat;

tus dedos deshojaban la blanca margarita:

“Si… no… si …no”, ¡y sabías que te adoraba ya!


Después, ¡Oh flor de histeria, llorabas y reías;

tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo

tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías.


Y una tarde triste de los más dulces días,

la Muerte, la celosa, por ver si me querías,

¡como a una margarita de amor te deshojó.

Rubén Darío.






María Isabel Flores Rubio.

Viena 5 de marzo de 2022

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