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Foto del escritorLic. Maria Isabel Flores

Comentario sobre el poema "Jinotega" - María Isabel Flores.

Comentario de la Lic. María Isabel Flores sobre el poema "Jinotega" escrito por el Dr. Edwin Zúniga Reyes.


Jinotega

                                                       

En un céfiro de brumas se unió todo el cielo

y sus puertas se abrieron en las cumbres de Isabelia

donde tribus migratorias empujaban direcciones cardinales

de los chibchas o chontales, chorotegas o nahuales.

Xinotecalt el vecino del maíz que llamó Harvey Well

vio abrirse la gran puerta de los cielos

y Dios plantó sus santas huellas

 descendiendo por los cerros Chimborazo y la Cruz

y pasó por Chirinagua por Papales, Aventino

por las lomas de Palmira derramando la ternura

por los cerros Cubulcan y el Pelota

de la bella Jinotega.

Paraíso del gran árbol jiñocuabo

 palo muerto de la tribu que llamaron el desnudo

y cubría los altares de Ulúas, Popolucas, Matagalpas

Nagrandanos y Chontales que adoraban en las lenguas

macro chibchas o en las dulces voces mayas

y archivaban su historia en la mística palabra

que hablaba de Ochomogo el Adán de los toltecas.

Son tus aguas tributarias del Caribe

donde arde el gran sol del Nuevo Mundo

levantando el progreso de Yalí a Peñas Blancas

con fulgores del oriente de Danlí y Chimborazo.

Río Viejo serpentea por angostos y profundas depresiones

los cristales de sus aguas transparentes.

Mesas secas y rocosas se orientan a Estelí

donde valles aún guardan la belleza de las hembras

que vinieron en los tiempos de conquistas

conservando la elegancia de Persia.

. Tu cerámica conserva la cultura de los chibchas y los mayas

resaltando todo símbolo existente en la ruta de la muerte.

Tu arcilla revestida en cristales minerales

de obsidiana, amatista y jade siempre expresan

ingeniosas circunstancias de vivencias

de amores y de lances cotidianos

escondidos en simplezas de costumbres.

Sus vajillas refinaban con un fino

policromo de un fondo ennegrecido que indicaba

los fatales sinsabores de la muerte.

Cuando niño me admiraban los trazados

en vasijas que se usaban en hogares

de familias que tenían capitales.

Largas líneas blanquecinas sobre un fondo

¡tan oscuro que aterraba mi inocencia!

Hoy comprendo el mensaje antropológico

que les daba a los ricos privilegios en el pueblo.

Hoy descubro el sentido de existencia expresado

en lengua misumalpa el derecho a vivir

expresando en la arcilla su linaje  

y sus cestas simbolizan en tejidos

 cruzamientos del destino

con bambú que recolecta oro verde del café.

Los diseños geométricos de espacio

que expresan elementos naturales

con la técnica simbólica del hombre

aplicados a vivencias cotidianas y rituales

con destreza cuidadosa y laboriosa.

Geometría tan simétrica del arte

en las fibras enlazadas en la técnica del nudo

que distingue procedencia de la aldea.

Cruzamiento de las fibras resistentes

obteniendo la dureza y resistencia

conservando lo flexible del canasto.

Cuadratura catumare de la carga

que recuerda al chamatu cuadriculado

y sin tapa que cargaban campesinas.

La cuadrícula del yo centrando al cosmos

simbolismo religioso de los dioses.

En un valle que abrazan las montañas

orgullosa se erige Jinotega

entre aromas de hortensias y azucenas

que a sus pétalos le besa el rocío.

El encanto de la selva le adorna

y su espíritu se aferra en sus cauces

afirmándose en su historia milenaria.

Cubulcan y el Teide son las puertas

donde entra la grandeza de la selva

perfumada y dorada por los soles

de la América inmortal de las tribus

de tawakas, mexicanas y de zumos,

y entraron a Pelota y a Cubulcan.

En el cerro Narigudo se asentaron

asombrosas tribus mayas que lucharon

con misquitos y piratas

y en tu suelo la deidad fue Cubulcan.

En tus ríos corre sangre de obsidiana

el jiguina y San Gabriel

Mancotal y Gusanera

son arterias de tu ímpetu triunfal

y el Tuma y el Viejo se unieron

en el lago de Apanas.

En el cerro de la Cruz se levanta gran muralla

que defiende a la noble Jinotega.  

Xinotecalt esmeralda de la tribu

donde el tiempo se deshace en nebliselva

revistiendo la cascada la Bujona

y el alma de tus montes se transforma

en la música tan criolla y campesina

que gime el talalate del violín

Zorztziko del País Vasco

y subgéneros zaracuaco y jamaqueo

chinampera y zarandajo

sois el canto que expresa el alma de la patria

en el bello rinconcito que recubren

sacros céfiros de brumas.

 

Edwin Zúniga Reyes.




COMENTARIO



El poema Jinotega del poeta Edwin Zúniga Reyes es una extensa pieza lírica con profundas referencias culturales expresadas con resonancia épica cuyo ritmo nos rememora los metros heroicos, y solemnes del estilo clásico grecolatino. El poema es solemne utilizando pies métricos dáctilos y espondeos, alternando anapestos y espondeos, los cuales él los integra en un ritmo cuaternario grave que en la preceptiva clásica de la antigüedad fue llamado “tritus paeon”. Con los pies métricos anapestos acentúa el ritmo creando un efecto acumulativo y con los troqueos hace enfáticas las descripciones aportando acentuación en el ritmo. El poema está realizado con gran nivel literario que demuestra la riqueza cultural y el manejo sólido del lenguaje poético. El vasto conocimiento de la cultura ancestral y contemporáneo de Nicaragua convierten al poema en una auténtica celebración de la identidad nacional. Su tono solemne y evocador expresa una resonancia épica similar a los textos antiguos que narran la historia original de los pueblos. El poema se integra a la grandeza universal discerniendo sobre los elementos cósmicos y al planeta, montañas y ríos. Con tono épico y elevado nos describe la grandeza de Jinotega. Es admirable como en una métrica variable mantiene el equilibrio entre lo narrativo y lo lírico. Mantiene su personalidad poética mientras revela su intimidad espiritual. Revela su alma los sentimientos y pasiones de su fondo subjetivo. Su género narrativo expresa las abstracciones con impersonalidad. Realiza un equilibrio consistente entre lo lírico y lo objetivo en que lo subjetivo predomina sobre lo objetivo de la narrativa. El lirismo del poema está expuesto por el poeta con subjetivismo y emotividad. En la sensibilidad de su imaginación los estímulos actúan sobre sus sentimientos. En el poema Jinotega expone ideas y sentimientos de una realidad entre la lírica y la épica expresando sus pensamientos personales usando formas bellas y armoniosas en consonancia con el tema del poema. La obra nos demuestra su sensibilidad y facultad creadora de su espíritu. Con lenguaje elegante y metáforas brillantes aborda figuras originales, las cuales adapta al pie métrico que otorgan merecido reconocimiento de un poeta eminentemente clásico. Es un canto a una grandeza de pueblo cantado con elevación y sublimidad y auxiliado con reflexiones religiosas, filosóficas- morales. Un himno que canta las glorias de una región. Expone su valor épico de la belleza objetiva de su geografía entre objetividad y sentimientos. Al reflexionar sobre el clasicismo vislumbrado en la poesía que analizamos, observamos, “lo clásico es lo selecto, superior y representativo lo exacto a su tiempo, que trasciende y perdura” como afirmó el poeta Juan Ramón Jiménez. El clasicismo es serenidad, pureza y equilibrio y eso está bien conseguido en los pies métricos que utiliza en el poema el poeta Zúniga Reyes.

La obra tiene el sentido estricto greco – latino y el sentido amplio del clasicismo renacentista del siglo de oro en que la superación espiritual alcanza la suprema grandeza de la literatura castellana. El poeta demuestra un alto nivel literario exponiendo referencias mitológicas e históricas que indican una profunda investigación expresada en un sólido lenguaje poético. 


María Isabel Flores Rubio.

Viena a 3 de noviembre de 2024.



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