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Foto del escritorLic. Maria Isabel Flores

Elocuencia - Lic. Maria Isabel Flores



Elocuencia

 

La elocuencia son manifestaciones silenciosas de la sensibilidad humana.

Todas las artes son elocuentes. Pinturas y esculturas manifiestan actitudes vigorosas, expresivas y la música manifiesta los estados de ánimo que completan los sentimientos afectivos. Sus fines son prácticos y definidos persiguiendo el disfrute estético en el afán de alcanzar algunas veces el convencimiento o la divulgación. La elocuencia retórica se dirige a la inteligencia apelando el ajuste a la verdad. Su pretensión es influir en la voluntad forjando el convencimiento con claridad de razones y sólidos argumentos dirigidos a la inteligencia. La elocuencia impresiona intensamente la sensibilidad orientada a la comprensión.  Se estructura en la lógica, la intelectualidad y en los sentimientos que actúen sobre la conciencia para despertar las emociones. Es importante en las actividades sociales. Siembra ideales y da voz a los hombres para interpretar los anhelos de sus pueblos. El aforismo latino dice: “Poeta nascitur, orator fit.” El poeta nace, el orador se hace. El orador es la representación de la elocuencia y ésta suele ser improvisada o escrita desde la antigüedad. Las improvisadas comprenden la oratoria, la cual es un género literario bello y muy útil; al crear la sublime belleza del lenguaje y es y está dirigida a la persuasión y al convencimiento.

La elocuencia busca y convence por medio de la palabra oral o escrita y si se imprime en el arte de la oratoria es para dirigir el pensamiento hacia un deseo determinado.  Es un procedimiento de retórica y es cualidad de la aptitud intelectual perfeccionada de diferentes maneras que pueden ser: la observancia o los preceptos retóricos.

Elocuencia y poesía tratemos de definir recordando lo que decía Kant: “La elocuencia es el arte de dar a un ejercicio serio del entendimiento el carácter de un juego libre de imaginación, mientras que la poesía es el arte de dar a un libre juego de la imaginación el carácter de un ejercicio serio del entendimiento”. La poesía se dirige a sus fines estéticos desinteresados dentro de la bella expresión de los sentimientos conmovedores. La poesía persigue la belleza por medio de la palabra. La elocuencia es activa al servicio del derecho, la moral y la política. Podemos sintetizar la diferenciación de ellas diciendo: “la elocuencia tienes fines determinantes y la poesía indeterminantes”. El poeta goza de mayor libertad en su obra. La elocuencia subordina todo su arte al objetivo perseguido, aunque no son irreconciliables puede haber elocuencia en la poesía o belleza poética en la elocuencia, la cual es susceptible a la expresividad de la reflexión crítica que está regida por la autonomía del arte y de la cual se derivará la crítica.

La poesía en su concepción de pureza es intimista y lírica como podemos apreciar en la poesía de Machado y de Juan Ramón Jiménez. La poesía contemporánea posee un sentido existencial que aspira a darle sentido a una sociedad conflictiva, en donde prolifera la injusticia. La poesía pura es clara y está íntimamente ligada al mundo real susceptible de la comprensibilidad. La elocuencia sea cual sea la expresión literaria ha de tenerse en cuenta.


María Isabel Flores Rubio.

Viena a 10 de noviembre de 2024.

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